miércoles, 29 de agosto de 2012

RYANAIR ACUSADA DE "TRABAJO CLANDESTINO"

Según recoge el diario francés 'Le Figaro', ya en 2010 la compañía de 'low cost' conocía las investigaciones por parte de la justicia francesa, motivo por el que amenazó con dejar Marsella.

No obstante, a principios de 2011 la compañía irlandesa prosiguió con sus operaciones entre Marsella y otras ciudades europeas. Pese a que mantuvo el descanso de la tripulación en la ciudad francesa, y trasladó la base de sus aeronaves a Roma, Dublin y Londres.

En muchísimas ocasiones, el inefable Michael O'Leary, subrayó que el aeropuerto de Marsella ya no era rentable para su empresa. Por eso, O'Leary  "entendió" -como pretendió en otros países- que debía contratar a personal francés aplicando  las leyes  laborales  y fiscales de Irlanda, eludiendo las  francesas para evitar salarios de nivel francés  y el pago de los impuestos.

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