jueves, 8 de octubre de 2015

LOW VISIBILITY PROCEDURE






 LVP son las iniciales del procedimiento de baja visibilidad, un protocolo de actuación en el área de maniobras del aeropuerto que extrema las precauciones en caso de que la visibilidad se reduzca por debajo de unos valores.

En cada aeropuerto hay un procedimiento LVP especifico que se activa cuando se alcanza unos mínimos meteorológicos, de alcance visual en pista (RVR) y al techo de nubes.
El procedimiento se aplica a área de maniobras, pistas y rodaduras y en los aeropuertos más complejos, también a la plataforma.

El LVP se activa cuando el observador de meteorología informa a la torre de control que las condiciones meteorológicas han sido alcanzadas y ésta transmite el mensaje a la oficina de tráfico y operaciones.

Aunque los procedimientos varían, serviría como ejemplo: cuando la visibilidad horizontal baja hasta los 1.500 metros y el techo de nubes a 250 metros, con un pronostico de empeorar hasta los 800 -visibilidad- y 75 -para el techo de nubes-, se ordena el inicio de comprobaciones. Al alcanzar 600 metros o inferior a 75 metros de techo de nubes, se inician los procedimiento de LVP.

En el área de maniobra se toman una serie de medidas, como: tener a los bomberos en alerta con el equipo de extinción puesto, se monitorean los equipos de forma constante, la central eléctrica está pendiente de la menor incidencia y se presta especial atención al área sensible del ILS, ya que en una CAT II/CAT III los mínimos son ínfimos y por lo tanto la integridad de la señal del ILS debe asegurarse en todo momento.

El LVP implica una regularización en el tráfico, lo que dará lugar a una reducción de movimientos por hora y la aparición de los consiguientes slots.

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